Pensares…
La Educación no debería ser ‘Inclusiva’,
debería ser no excluyente.
La Educación ‘Inclusiva’ no debe asociarse (solo) a diagnósticos ni acotarse a ‘Discapacidad’, debe contemplar (también) diversidades lingüísticas, sociales, culturales y étnicas.
Cuando usamos la palabra “Inclusiva” no es pidiendo “entren”, es denunciando “no están”, palabra que debería no ser necesaria porque remite a “incluir a quienes?”, pero se torna un grito a mirar a los que están fuera (nunca entraron) o el sistema expulsa.
Cuando repetimos hasta el hartazgo esta palabra, la intensión es generar sensibilidad sobre un tema, referirlo explícitamente para visibilizarlo, y generar un debate, pues lo que no se nombra no existe.
La palabra ‘Inclusiva’, refiere al némesis’ funcional de una Educación (sistema) segregadora, excluyente, normalizadora y tradicional.
En este sentido utilizamos (cuasi irónicamente) ‘Inclusiva’ para diferenciar, y no usándola como moda, sino como lema.
Si la Educación fuera humanizadora, no debería calzarse ningún “apellido”.
La Educación ‘Inclusiva’ entonces, es aquella que entiende, atiende y honra las diversidades de sus estudiantes, entiende principios del DUA (Diseño Universal de Aprendizaje), y contempla Proyectos Pedagógicos Individuales (PPI).

Enfoque…
Nuestra mirada pedagógica consiste en hacer con ciencia (techné didáctica) y conciencia (sentidos educativos), convencido de que cada tiza que gastamos es una bala que no se dispara y cada escuela que fundamos una cárcel que no se construye.
Siempre educaremos convencidos que las grandes escuelas están donde los grandes maestros, no donde los grandes edificios, y que los logros de nuestros estudiantes siempre serán sus logros, y sus fracasos los nuestros.
Respecto a la Diversidad Funcional/Discapacidad no olvidar que educamos, no curamos, y que trabajamos con niños no con diagnósticos.

Prof. Julio Manuel Pereyra (Uruguay/Argentina)
Educador Comunitario/Docente de Apoyo a la Inclusión.
Escuelitas Ambulantes "Caminos de Tiza"