En articulación con empresas y organizaciones, la casa de estudios encabeza la formación en tareas muy requeridas en la región
La demanda de mano de obra calificada por parte de empresas de la región, especialmente vinculadas al rubro metalmecánico, se hace escuchar fuertemente y desde distintos ámbitos se intenta dar respuesta, fundamentalmente gracias a la articulación de esfuerzos. Así es como Estado, empresas y organizaciones vienen generando y ampliando una oferta de capacitaciones no sólo en oficios de base sino en tecnología y administración, entre otros rubros.
Atenta a esa demanda en la región y en pos de abrir más puertas de acceso y captar más estudiantes, la Escuela de Formación Profesional de la Universidad Nacional de Rosario, más conocida como la escuela de oficios, crece no sólo en cantidad de alumnado sino en la oferta de capacitaciones y próximamente en nuevas carreras vinculadas a la tecnología y la inteligencia artificial.
La extensión de la casa de estudios ofrece formaciones de corta duración, principalmente en Rosario pero también en otros municipios y comunas como Pérez, Venado Tuerto, El Trébol, Carlos Pellegrini, Alcorta y San Jorge, entre otras, donde la mayoría de los cursos que se ofrecen son virtuales, como los de administración contable y recursos humanos.
De esta manera, la universidad busca tender un puente con el mundo del trabajo, escuchando las demandas sociales y del sector productivo. Y en este sentido, también atiende propuestas particulares, como la de Gerdau, en Pérez, donde se logró una gestión tripartita entre la empresa, municipio y la casa de estudios, para brindar un curso de soldadura y otro de administración contable.
Otra experiencia es la de Venado Tuerto, donde la universidad, a través de su Facultad de Ciencias Agrarias, el municipio y todo el sector productivo de la industria semillera se unieron para formar mano de obra temporaria para cubrir las tareas propias del ciclo de maíz. Ahora, junto al polo semillero, se brindará en el segundo semestre una formación de operadores y procesadores.
Junto al rector de la UNR, Franco Bartolacci, “pensamos en un principio en herramientas que vinculen cada vez más a la gente con la universidad, a través de cursos de corta duración. Hoy vemos que el verdadero sentido es cuando a algunos se les presenta la inquietud de estudiar en la UNR y aquí tienen una puerta de acceso”, expresó Santiago Dearma, secretario de Extensión de la casa de estudios.
Comentó que si bien desde la universidad se pretende que su escuela de oficios esté “a la vanguardia de temáticas relacionadas con la formación en nuevas tecnologías, lo cierto es que existe una demanda de oficios de base con una rápida salida laboral, como cuidadores domiciliarios, carpintería, construcción tradicional y nuevas formas de construcción, en seco”. Añadió que están “atentos a la demanda, opiniones y sugerencias que nos acercan, y por ello hemos profundizado, por ejemplo, en oficios como el de instalaciones sanitarias (plomería)”.
Dearma adelantó que está en desarrollo la creación de carreras vinculadas a las nuevas tecnologías, ingeniería de datos, blockchain, programación, “todo charlado con el Polo Tecnológico de Rosario”. También está programada “la profundización de líneas de trabajo”.
En 2021 la escuela de oficios tuvo casi 2.900 inscriptos a las distintas capacitaciones, de los cuales se graduaron 1.200. Más que auspiciosos son los últimos datos preliminares, que dan cuenta que en el primer semestre de este año está cursando casi la misma cantidad de inscriptos durante todo el año pasado, por lo que se estima que pronto habrá el doble de graduados.
Dearma comentó que en general, los estudiantes promedian los 33 años y “un 70% son mujeres, más allá que el curso de albañilería es exclusivo para mujeres”, acotó. Las capacitaciones en administración contable y recursos humanos son de las más demandadas, junto a la de impresión 3D.
El secretario de Extensión de la UNR concluyó, en relación a la demanda de mano de obra calificada que resuena en la región por parte de la industria, que desde la UNR “siempre procuramos que nuestra propuesta vaya ligada de alguna manera a con alguna demanda desde los diferentes sectores. Creemos que ahí la universidad tiene que hacer foco, porque son ellos que en el día a día marcan el pulso del país en materia de productividad. Estamos detrás de poder construir más propuestas para vincular esa cuestión tripartita de involucrar diferentes actores para que estas propuestas sean completas en todo sentido”, remató.
“Un puente al mundo del trabajo y una puerta de acceso a la universidad”
“La escuela de oficios es el resultado de una convicción que tenemos desde la Universidad Nacional de Rosario, de que hay que imaginar nuevos trayectos de formación en nuevas áreas y a través de nuevos formatos. La pusimos en marcha en 2021 por primera vez en nuestra universidad y en el primer año tuvimos tantos interesados en los cursos que propusimos, como la cantidad de ingresantes en la totalidad de las carreras de la UNR. Eso pone en evidencia que hay una expectativa de formación en muchos jóvenes que muchas veces no están contenidas en la propuesta formal académica de la universidad pública en general”, analizó el rector de la casa de estudios, Franco Bartolacci.
A su juicio, “había que asumir un compromiso de dar respuesta a esa inquietud, asociada a la posibilidad de acceder a formación de carácter más flexible, en trayectos más cortos y asociados al mundo del trabajo. La escuela de oficios de la UNR es una puerta de acceso a la universidad pública para mucha gente que antes no llegaba, porque esa expectativa de formación no estaba contenida en nuestra universidad y es un puente hacia el mundo del trabajo, porque el círculo virtuoso que queremos construir es el de asociar la formación y la capacitación que proponemos en la escuela de oficios con las necesidades y la demanda del mundo del trabajo”. Para ello “es muy importante la articulación con el sector productivo local y regional y con el Estado.
Bartolacci comentó que en estos últimos dos años y medio “creamos casi 40 nuevas carreras de la universidad, aún con la dificultad que implicó el contexto de pandemia, asumiendo esa agenda de formación más novedosa o presente que no estaba contenida en la propuesta académica de la universidad y con trayectos más cortos”. En ese sentido, comentó que el dato más saliente es el de la tecnicatura de inteligencia artificial que tuvo casi 800 inscriptos en este primer semestre.
“Creo que hay que asumir ese desafío que es no resignar lo que hace a nuestra tradición y al potencial y la excelencia académica de la universidad, que son las carreras tradicionales, pero al mismo tiempo incorporar un conjunto de propuestas y de trayectos en formatos novedosos, que den cuenta de esas expectativas de formación de jóvenes de de la ciudad y la región, que no estaban contenidas en nuestra universidad”, expresó el rector.
Por otra parte, “la escuela de oficios tiene la vocación no sólo de habilitar ese pasaje entre la formación y el mundo del trabajo sino de poder recuperar la capacitación en oficios que están en vías de extinción, y que si no generamos ámbitos para que puedan reproducirse determinados saberes, difícilmente puedan continuar hacia el futuro”, advirtió Bartolacci.
“La verdad que la experiencia es fantástica. Tanto es así, que este año no sólo duplicamos la cantidad de cursos, sino que ahora además conseguimos una sede física para la escuela de oficios, en el edificio en Córdoba y Sarmiento. Además en convenio con la Municipalidad de Rosario en el marco del proyecto del puerto de la innovación, va a haber un capítulo físico en los galpones del río, asociado a la formación en tecnologías”, detalló.
“No queremos que se tome a la escuela de oficios como instancia de capacitación extracurricular. Por eso le dimos la misma jerarquía que tiene cualquiera de las carreras tradicionales y formales de los planes de estudio de nuestra universidad. El año pasado en diciembre entregamos más de 1.600 primeros diplomas a graduados y graduadas, mucha gente que no había pasado nunca por la universidad”.
