LA MAGIA DE LA MIRADA INCONDICIONAL EN EL AULA

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LA MAGIA DE LA MIRADA INCONDICIONAL EN EL AULA

Siempre me dijeron que una vez en la vida hay que cambiar la vida a alguien. Como maestros, esta tarea es mucho más fácil ya que somos referentes, guías y modelos que dejamos huella en nuestros alumnos. A veces es necesario mostrarles esas “alas”, que todos tienen pero que en algún momento de su viaje no llegan a ver… Una mirada, un gesto, unas palabras son suficientes para que empiecen a sentir esas alas que les harán volar y llegar hasta dónde ellos mismos sean capaces de hacerlo…

Para lograrlo los maestros somos poseedores, cuenta la leyenda, de un súper poder infalible y único: la MIRADA INCONDICIONAL, aquella que un maestro dirige a un niño y le infiere capacidades y superpoderes para seguir creciendo y aprendiendo y que le convierten en lo que ya era: único y especial. Pero ahora, ¡con la confianza de saber, que su maestro, su referente, CREE en ÉL y en sus posibilidades infinitas! El resto es simplemente MAGIA.

El maestro tiene una función mucho más importante que la de transmisor de contenidos. Es la figura de referencia en este viaje mágico que llamamos educación y que nunca termina porque sin duda, puedo aseverar que, cuando más he aprendido ha sido mientras enseñaba. Nuestro verdadero rol es el de conseguir sacar del niño lo mejor, de hacerle creer en él mismo a la vez que le demuestra que nosotros también confiamos plenamente en sus posibilidades. Trata a un niño cómo es y seguirá siendo de la misma manera, trátale cómo lo que puede llegar a ser y se convertirá en lo que está llamado a ser, escuché una vez…

Como maestros, nuestra primera misión con nuestros alumnos es la de descubrir, alentar e impulsar sus talentos, los cuales, la mayoría de las veces no sólo son un enigma para nosotros, sino que lo son para ellos también, ya que desconocían poseerlos hasta que se enfrentaron al descubrimiento de sus posibilidades reales en el día a día.

Llegados a este punto, transmitir al alumno una confianza sin límites en sus posibilidades, dotarles de algo tan básico como una autoestima y una imagen ajustada y positiva de sí mismo ante cualquier situación, puede convertirle en alguien capaz de sacar lo mejor de sí mismo porque, a veces, es necesario mostrarles esas “alas” que todos tienen pero que en algún momento de su viaje no llegan a ver… Una mirada, un gesto, unas palabras…son lo que necesitan para que empiecen a sentirlas y vuelen hasta llegar dónde ellos sean capaces de hacerlo…

Si cómo MAESTROS transmitimos nuestra confianza plena en nuestros alumnos, independientemente de sus dificultades, su punto de partida, sus capacidades para aprender, a partir de su esfuerzo y de su trabajo sostenido en el tiempo, trabajo que vamos a motivar y acompañar asumiendo sus dificultades, sus tropiezos… ellos van a tener la capacidad para mejorar y avanzar respecto a su punto de partida …

Es lo que conocemos cómo MENTALIDAD DE CRECIMIENTO… o creencia de que, por mi trabajo, esfuerzo y perseverancia, independientemente de mis dificultades o mis competencias iníciales, con mi trabajo, sostenido en el tiempo, llegaré a conseguir mejorar… A veces una mirada, un gesto, es suficiente…

Siempre dicen que los DOCENTES fuimos y somos la suma de muchas ARTES aglutinadas en una sola palabra: MAESTRO. Cada día en el aula somos aquello que el momento, la situación y nuestros niños demandan… Pasamos de ser educadores, a psicólogos o médicos en cuestión de segundos cuando una herida o un conflicto se presenta de repente, somos policías y agentes de movilidad cuando subimos las escaleras intentando llegar al lugar donde se cumplen los sueños, moldeamos sueños cual alfareros y decoramos el aula de color EMOCIÓN como el mejor de los pintores… Nos ponemos el delantal y nos metemos en el papel de Chefs, preparando el mejor plato de alta cocina con los mejores ingredientes posibles, nuestros niños.

Nos convertimos en periodistas narrando y haciendo realidad noticias que se convertirán en los grandes titulares del futuro de nuestros peques… Decidimos y tomamos decisiones ejerciendo de jueces improvisados en situaciones cotidianas a diario, enseñando el valor de la palabra justicia e igualdad para que la usen en su vida. Mientras, somos escritores de historias que están por cumplirse e ilustradores de deseos contenidos en sus corazoncitos menudos sin olvidar nuestro papel más importante, el de MAGOS, creadores de expectativas y de ilusión, de sonrisas y de caras de asombro… y así miles de roles que se intercambian con una velocidad increíble mientras pasa la jornada…

Pero hoy, y soñando con el primer día, he decidido ser pintor. Mi lienzo será mi aula, ahora vacío y esperando ser utilizado pronto, mis pequeños son mis pinturas, de diferentes colores y matices, cada una con una responsabilidad en la obra final… Por eso, mi misión como maestro será recordarles que quizás su color, aquel que les identifica, no sea el favorito de todos los demás, pero si el que alguien busca para completar su obra… Y en mi cuadro, todos y cada uno de esos colores, de esos niños, tienen su función y son igual de importantes para el resultado final de mi obra: enseñar mientras aprendo. Un maestro inspira, contagia, brilla y hace brillar, lo demás es… MAGIA.

Un buen maestro debería ser la suma de su VOCACIÓN, su DEDICACIÓN, su PROXIMIDAD, su EMPATÍA, su saber ESCUCHAR, su RESILIENCIA, su AMABILIDAD, su carácter DIVERTIDO, su afán por ENSEÑAR A APRENDER Y SUS GANAS POR APRENDER A ENSEÑAR, por su CREATIVIDAD, su capacidad de ADAPTACIÓN AL MUNDO Y A SUS ALUMNOS, su COHERENCIA, por saber INTEGRAR y favorecer la educación INCLUSIVA reconociendo que TODOS SOMOS DIFERENTES, por ser INSPIRACIÓN, por no RENDIRSE NUNCA, por MOTIVAR, por RECORDAR ( no hay buen profesor que no tenga buena memoria)  y por ORIENTAR, GUIAR, ALENTAR Y CONFIAR EN/A ELLOS cada día y decírselo a cada momento..

Cuando entras en mi aula, entras en un mundo mágico, entras en el lugar dónde todo puede pasar, y esa es la percepción que como maestro debo hacer sentir a mis alumnos. La MAGIA, es un concepto que siempre fue conmigo. Mi mascota en clase es un Mago, CUCURUCHO, un personaje despistado, gracioso, que se equivoca, pero aprende del error y cercano que siempre me sirvió de nexo para conseguir ese feeling que necesita un maestro con sus pequeños, aún inmersos en el animismo propio de su nivel madurativo y evolutivo.

Un aula debe ser un espacio de felicidad, de ilusión y de la magia necesaria para enseñar cada día mientras aprendo con ellos. En MI AULA, NO HAY HORAS, NI MINUTOS…HAY MOMENTOS. Cada día intento que lo primero que entre en ella (el aula), sea el CORAZÓN porque al momento aparece la MAGIA y el resto no se puede contar, simplemente se vive junto a ellos de una manera que no se puede describir…

Mi aula ideal es aquel que no está condicionado por 4 paredes, es aquel que se abre cada día para recibir las peculiaridades de quienes conviven allí, es un espacio libre de etiquetas y prejuicios donde la inclusión no es abrir la puerta sino dar la bienvenida, es un lugar de y para el disfrute y la felicidad, donde nos alegramos de los éxitos de los demás y reconocemos el error como el principio de todo aprendizaje, es la mezcla de las diferencias que lo componen, es respeto, empatía, perseverancia, resiliencia y emoción, es, en definitiva, el lienzo en blanco que vas pintando con los brillantes colores de tus alumnos…

Un lugar confortable, cálido, repleto de confianza y miradas incondicionales, gestos, palabras. hacia nuestros pequeños, un espacio dónde los “peros” se transforman en ¿por qué no?, donde te das cuenta cada día que cuando más se aprende es mientras se enseña y dónde escuchar, contagiar, dar luz y descubrir y alentar los talentos de nuestros niños que serán el mayor de nuestros retos…Mi aula está pintado con los colores de la ilusión, decorado con lienzos de emoción y repleto de momentos de magia que decoran paredes y i, cuando entras en él te embarcas en un viaje mágico lleno de aventuras inimaginables …

En mi aula, las familias entran, colaboran y tienen voz como elementos básicos del proceso. Su función es vital a nuestro lado. Está claro que la INTELIGENCIA es el motor, la VOLUNTAD será la gasolina, pero la EMOCIÓN que todo lo engrasa, será la responsable de que se produzca la MAGIA del aprendizaje…La consecución de todos estos momentos son sin duda la mejor carta de presentación posible y parte de mi evaluación diaria como maestro y como persona… 

Profesor José Romero

José Romero

Maestro de Educación Infantil y Primaria con un lema :“Toca su CORAZÓN y ACTIVARÁS su mente” porque cuando lo primero que entra en una clase es el corazón, al poco le sigue la MAGIA, pero teniendo siempre presente que quien tiene Magia no necesita trucos…

Portador de un Súper Poder, La MIRADA INCONDICIONAL, aquella que un maestr@ dirige a un niñ@ y le infiere capacidades y superpoderes para seguir creciendo y aprendiendo y que le convierten en lo que YA ERA: ÚNICO Y ESPECIAL… Pero ahora, ¡con la confianza de saber, que su maestro, su referente, CREE en ÉL y en sus posibilidades infinitas.
Maestro de CORAZÓN y VOCACIÓN. 
Especialista en Educación Emocional.
Nominado a los prestigiosos Premios Educa Abanca mejor docente de España en el 2018, 2019 y 2020.
Colaborador en páginas y blogs educativos.
Ponente en eventos educativos.
Participa en el libro Escuela y familia: Misión ImPosible con el capítulo: La Reunión de familias, una manera de implicar a las familias en un viaje junto a sus hijos que promete ser mágico.

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