A raíz de la abrupta irrupción de la tecnología en los últimos años, abarcando a todos los aspectos de la vida humana y formando así un nuevo entorno donde nos desarrollamos y en el cual nos hallamos inmersos, es de vital importancia no salirnos de esta nueva realidad, y para ello es preciso ir abordando y ahondando los estudios y conocimientos de esta nueva revolución, en ámbitos esenciales y vitales en los rigen nuestra formación desde temprana edad, como es la Educación, principalmente en la vida de los alumnos y docentes.
De acuerdo a la realidad circundante y manifiesta, todo indica un ascenso vertiginoso hacia el pensamiento de un aula sin paredes, más temprano que tarde, donde la tecnología de la información, empodere el proceso de aprendizaje continuo, al menos es la opinión de muchos expertos en nuevas tecnologías, creadores de plataformas virtuales y especialistas en ciencias de la educación; pero que pasara u ocurrirá con aquellos profesionales de la educación que no se hayan adaptado o especializados en determinadas áreas donde la supremacía tecnológica cada vez cala más hondo?
Existe una premisa que reza: la única verdad es la realidad, y esa realidad hoy nos demuestra donde estamos parados, sumado a la pandemia que estamos atravesando aun, que si bien fue algo inesperado y trágico, a su vez vino a traer luz y dejar al descubierto, cual es realmente y sobre qué base estamos parados en materia Educacional, sin dudas una de las Políticas de Estado Urgente, por la que nuestro Gobierno y todos los gobiernos del mundo deben velar, debido a que el bien jurídico tutelado (las nuevas generaciones) son el futuro promisorio de las naciones.
Pero es dable advertir también que, si bien la tecnología vino para quedarse, también es una gran verdad que no vino a reemplazar al docente, eslabón primordial y facilitador de todo proceso de aprendizaje, una de las pocas profesiones difícil de sustituir por la tecnología en esta nueva era, pero si tienen la obligación de actualizarse sin pérdidas de tiempo y al máximo de los nuevos conocimientos, para poder guiar a los alumnos en la renombrada nueva era digital.
En todo este proceso a que hago alusión habrá que recurrir a un factor clave y propio del ser humano, imposible de ser reemplazado por la Inteligencia Artificial, que es la CREATIVIDAD, y por ello un punto clave para lograr el éxito en este tiempo de cambios vertiginosos es, generar en los estudiantes el hábito de que en la tecnología, no solo hay entretenimientos y juegos, sino también un mundo denominado “edutainment”, es decir, que es educación más entretenimiento y aprendizaje.
Esto hay que tenerlo muy en cuenta, puesto que no solo en Argentina, sino también en Latinoamérica, el uso incorrecto o indebido de un dispositivo tecnológico cualesquiera fuera (Smartphone, Tablet, Netbook, Notbook, etc.), ya están generando nuevas problemáticas muy preocupantes; a continuación solo dejare un ejemplo que bien pueden aplicarse a la parte Educativa. Según datos del INTAL-BID proporcionados a través de censos realizados en nuestra región y esto abarca por ende nuestro país, de cada 10 latinoamericanos 8 de ellos tienen un dispositivo inteligente y a su vez de ese porcentaje antes mencionados de cada 10, 3 latinoamericanos comen una vez al día y a otros 2 nos les alcanza para comer, entrando en una disyuntiva de no creer, “tenemos pobreza analógica y riqueza digital”, por otro lado hacer uso y abuso de ese dispositivo nos encamina a otra problemática que ya está entre nosotros y debemos subsanar que es la denominada “Obesidad Digital”, cuando se pasan muchas horas con ese dispositivo, no dando el uso adecuado y sin un fin útil.
Ahora bien, volviendo a lo estrictamente educativo, son varias y complejas las situaciones que se avecinan en un pronto escenario pos pandemia, pero nunca imposible de ser solucionadas. Tenemos que asumir sin dudas que el concepto de escuela, colegio, etc. se expande; a raíz de ello es que menciono ir pensando ya, un aula sin paredes, donde una de las opciones es ir empoderando al docente para que este ayude al alumno y a su vez genere una verdadera y autentica vitalización áulica, para que los docentes a su vez empoderen a los alumnos después de clases y estos puedan aprender a su ritmo, viendo cuantas veces sea necesario las temáticas a tratar, realizando el intercambio a través de distintas plataformas que el docente puede utilizar y estar en conexión permanente on line con el alumno.
Sin bien es cierto que también, no podemos dejar de mencionar otras inequidades además de las ya esbozadas ut-supra, la falta de una buena conectividad, el acceso a un dispositivo que posean contenidos netamente educacionales, mayor inversión en el desarrollo tecnológico, con el objetivo principalmente de encontrar estructuras y soportes que brinde una Ciberseguridad, que proteja en el mayor grado posible las múltiples problemáticas que se padecen en la actualidad, llámese: Grooming, Ciberbullying, Ciberacoso, Sexting, Phishing, Spyware, Ransomware, etc. y un sinfín de pendientes que nos dejó a la luz esta pandemia; serán las vías correctas para encausarnos en el sendero definitivo a seguir.
Por último, hay que tener presente siempre que la Escuela es el gran generador de igualdad y equidad, donde los docentes, como profesionales de la educación tienen que hacer la diferencia para crear ciudadanos que puedan desarrollar su potencial de Ser, además de tener un pensamiento constructivo critico digital para construir y desarrollar su vida, transformando su mundo y la realidad que los rodea. La revolución tecnológica ya está entre nosotros, no la podemos negar, entonces es hora de echar manos a la obra, ayudando tanto a docentes y alumnos a aumentar sus conocimientos y adaptación a esta nueva era, realizando una simbiosis entre la inteligencia biológica y a inteligencia artificial, caso contrario las brechas serán inconmensurables y estaremos postrando a las nuevas generaciones. De nosotros depende ir formando personas que estén preparadas para afrontar ese nuevo mundo en el cual ya estamos inmersos, pero que muchas de las profesiones con exactitud aun no conocemos, y por ello debemos estar a la altura de la realidad en que vivimos.
BIBLIOGRAFIA
- ROBOTLUCION: El futuro del trabajo en la integración 4.0 de América Latina Autor: GUSTAVO BELIZ y otros (BID). Editorial: Planeta. C.A.B.A. – Argentina (2017).
- EL CEREBRO DEL FUTURO: ¿Cambiara la vida moderna nuestra esencia? Autor: FACUNDO MANES y Mateo Miro. Editorial: Planeta. C.A.B.A. – Argentina (2018).
- SALVESE QUIEN PUEDA: El futuro del trabajo en la era de la automatización. Autor: ANDRES OPPENHEIMER. Editorial: Debate. C.A.B.A. – Argentina (2018).
- https://laopinion.de/2018/11/15/la-educacion-del-futuro/
- https://fundaciontelefonica.com.ec/2017/05/31/cual-es-el-futuro-del-aprendizaje/
