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El compromiso educativo de una escuela sin niños

Amigos y Anunciantes que nos apoyan

La escuela es el territorio de todos y todos merecemos comprenderla.

  1. El Marco Legal

En la República Argentina, desde el año 2006, rige la Ley de Educación Nacional 26.206 que consagra a la educación y al conocimiento como bienes públicos y derechos personales y sociales garantizados por el Estado.

En esta misma ley, se establece que la educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para garantizar el acceso a la información y al conocimiento. Por otra parte, el artículo 4, señala que:

“El Estado Nacional, las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen la responsabilidad principal e indelegable de proveer una educación integral, permanente y de calidad para todos/as los/as habitantes de la Nación, garantizando la igualdad, gratuidad y equidad en el ejercicio de este derecho, con la participación de las organizaciones sociales y las familias.”.

Se instituye, además, la obligatoriedad de los Niveles Inicial -desde los 5 años-, Primario y Secundario.

Entre los objetivos de estos dos últimos niveles se hace mención al uso de las tecnologías. Así, para la educación primaria, se plantea el hecho de “Generar las condiciones pedagógicas para el manejo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, así como para la producción y recepción crítica de los discursos mediáticos.”; en tanto para la educación secundaria, se pretende “Desarrollar las capacidades necesarias para la comprensión y utilización inteligente y crítica de los nuevos lenguajes producidos en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación.”.

Esta actual situación de aislamiento social preventivo y obligatorio, dejó claras  y palpables evidencias de que la aplicación de la ley no es para todos de igual forma y que los principios de equidad distan mucho de las realidades, pese a algunos intentos que promovieron ciertos avances. En la educación primaria, por ejemplo, la provisión de aulas digitales, a través del programa educativo Conectar Igualdad, equipó a las instituciones de notebooks que resultaron, por lo general, insuficientes; que, al ser manipuladas por niños, se desconfiguraban y bloqueaban con mucha facilidad; perdían alguna de sus partes y, pasado el tiempo, fueron quedando obsoletas e inutilizadas –a pesar del empeño de quienes se desempeñaban como soporte técnico.

Así, se trabajó en la coordinación del uso de unos escasos dispositivos para ser compartidos entre varios alumnos, con el agravante que debían ser iniciados con el suficiente tiempo para que pudieran estar prendidos cuando llegaran los chicos, que estuvieran cargados, que tuvieran los programas instalados, que no hayan sido bloqueados, que no les falten teclas y, además, que hayan sido subsanados los posibles errores técnicos.

Con todo eso a nuestro des-favor, un día, los docentes tuvimos que empezar a “enseñar” desde nuestras casas porque somos el eslabón más cercano a los niños en la cadena de garantes del Derecho a la Educación. Entonces, fue necesario repensar la modalidad educativa en cuestión de días.

  • Un marco teórico para la práctica

A la incertidumbre de las primeras semanas y el desconocimiento del tiempo que habría que “quedarse en casa”, se sumaron las circunstancias en las cuales los chicos se encontraban: tener que estar a cargo de primos y hermanos ante la ausencia de los padres; poseer un solo celular para varios niños (por lo que se le daba prioridad a los que iban a la escuela secundaria); la presencia de enfermos terminales en casas de pequeñas dimensiones que requerían el cuidado de los adultos; el nacimiento reciente de algún hermano que hacía que la madre no pudiera dedicar el tiempo necesario a todos los demás; el abuso tanto físico como emocional por parte de algún adulto y situaciones que ciertos padres calificaban como complicadas, sin dar ninguna descripción al respecto. Cita, en un informe, una docente:“…muchos padres expresan que no realizan las actividades porque al tener hermanos mayores o varios hijos, tienen muchas tareas por cumplir y, a su vez, siguen trabajando. Están muy preocupados porque los niños están inquietos y cuesta realizar lo que se pide desde la escuela.” Al tomar conciencia de que esta situación perduraría en el tiempo, debimos re-inventar la escuela desde la distancia, a través de los medios con que contábamos, nosotros y nuestros alumnos, con el conocimiento y el des-conocimiento de la web, de las redes sociales, de las disponibilidades de los estudiantes respecto de la tecnología, los tiempos y espacios.

De este modo, tomamos conciencia que, las mentes que Howard Gadner pensaba para el futuro, son las que necesitábamos poner en acción ya.  Asumir, entonces, que el futuro llegó, precisamente, hoy…Según Gardner(2008), en “Las cinco mentes del futuro”, son cinco las tipologías mentales que deben ser cultivadas para lograr el desarrollo de una suerte de mente auto contenida que garantice el empleo de todo el potencial del ser humano: la mente disciplinada, sintética, creativa, respetuosa y ética.

Muy simplificadamente, podría decirse que:

La mente disciplinada es aquella que sabe utilizar el modo de pensar de las principales áreas de conocimiento humano (matemáticas, historia, arte, etc.).

La mente sintética destaca por su capacidad para manejar, seleccionar y establecer conexiones entre cantidades muy grandes de información.

La mente creativa supone “ir más allá del conocimiento y la síntesis existente para  plantear nuevas preguntas, proponer nuevas soluciones, dar forma a obras ampliando los géneros establecidos o configurar otros nuevos; la creatividad incorpora una o más disciplinas establecidas y requiere un campo informado en el que se pueda emitir juicios acerca de la calidad y la aceptabilidad de la creatividad” (p. 218).

La mente respetuosa acepta las diferencias que existen entre los seres humanos, aprende a vivir con ellas y valora a quienes forman parte de esos grupos.

La mente ética es consciente de su papel en cada momento, de los requisitos que debe cumplir, de los límites y los estándares de la conducta correcta.

El desarrollo de estos cinco tipos de mente no es considerado de forma aislado, sino que estas tipologías deben aprender a trabajar de modo conjunto ya que están muy relacionadas con el concepto de inteligencias múltiples.

Quisiera detenerme, en particular, en las mentes creativas que fue la cualidad preponderante que marcó la diferencia a la hora de resolver situaciones con diversos grados de complejidad. Inevitablemente, surgieron nuevas preguntas, fue imperiosa la necesidad de plantear inéditas soluciones, de imaginarse atípicos escenarios y echar mano a los recursos existentes ideando diferentes usos y diversas formas de lo cotidiano, experimentar otros modos de llegada a los niños y sus familias, de escucharlos, de contenerlos y de llevarlos de la mano a una forma diferente de relacionarse con el conocimiento.

  • Las propuestas

Una vez que fue posible relevar todos los datos referidos a los dispositivos con que las familias y los docentes contaban, las conexiones de las que se disponían, de formar grupos para hacer llegar y recibir información de cada uno de los hogares, de contactar con aquellas familias que no estaban recibiendo ni respondiendo las consultas de los maestros y de acordar una dinámica institucional, llegó el momento de hacerse presentes de una manera ordenada, creativa y responsable en las casas de todos los chicos. Hasta el momento, resultó ser el WhatsApp la red social más ágil y accesible, sin embargo, fue necesario abrir todos los modos posibles de comunicación (e-mail, Facebook, envío de copias impresas).

La idea institucional esencial -y la mayor preocupación- fue la de que ese “estar presente” no sobrecargue a las familias de una preocupación más y que, por el contrario, el encuentro con la escuela se transforme en un tiempo para ser compartido en familia, sin olvidarnos, claro está, de las actividades de enseñanza, aprendizaje y recreación que nos competen.

De modo que, tuvimos que empezar a perder el miedo a la tecnología de la información y la comunicación (TIC). Las video conferencias entre docentes y con los alumnos comenzaron a suplantar a las aulas. Se debió, entonces, conocer sus dinámicas: conectarse a tiempo (lo que implicó conocer sus herramientas –sonido, cámara- PIN de acceso, página de acceso, etc); respetar turnos de habla, exponer ideas sintéticas y claras, realizar actividades juntos coordinadas a la distancia.

Antes de seguir avanzando, vale la pena detenernos en una anécdota que deja más de un punto de reflexión y tiene que ver con una alumna de segundo grado y su madre. La docente organizó un video llamado para explicarles a los niños una actividad que debían realizar y para que ellos no pierdan el contacto con sus compañeros. Notó, entonces, que a una de las niñas no se la veía bien a través del celular y que su participación (que suele ser notoria) era distinta. Más tarde, en comunicación con su madre, supo que el celular con que contaban era de pequeñas dimensiones, andaba mal y no tenía cámara frontal. Por estos motivos, la madre ubicó el celular delante de un espejo y, aunque con dificultades, su hija pudo estar presente en esa instancia virtual de presencialidad. Tras haber terminado la video llamada, la maestra recibió un audio que decía: “…fue lo mejor que me pasó en mi vida, seño, tener una video llamada con vos y con mis compañeros. Me siento re bien…”.Creo que esta anécdota no necesita mucha más explicación. Sólo cabe reproducir lo que pudo expresar, emocionada, la seño: “… esta familia es capaz de sortear todos los obstáculos que vos y yo tengamos presentes… lo que me emociona es sacar las cosas positivas de todo esto… ojalá este ejemplo pueda llegar a mucha gente, amar las aulas y amar los obstáculos como puntos de aprendizaje…”.

La anterior es sólo una de tantas situaciones que emocionan y sorprenden. Desde las diferentes áreas, se propusieron juegos para construir con las cosas que, generalmente, se pueden encontrar en las casas. Maestras y maestros fueron animándose, de a poco, a filmar clases, canciones, adivinanzas y a contar cuentos (en los que no faltaron los sombreros y los disfraces). Se propuso la creación de teatro de sombras, otro de títeres, de canciones, poesías y trabalenguas. Se propusieron links para visitar museos y hasta programas que, desde los celulares, te invitaban a leer un cuento todos los días. Los integrantes de toda la institución (directivos, docentes activos, en tareas diferentes y asistentes escolares) participaron de un video donde se grabó, cambiando la lera de un tema de León Gieco, las voces de un grupo de maestros y maestras cantando y las imágenes de todos portando carteles con mensajes alentadores y llenos de creatividad.

Otro hecho maravilloso fue la posibilidad de poder estar en contacto con el propio Ariel Puyelli –autor de los cuentos que los chicos leyeron- quien, desde Chubut, les envió saludos y les leyó una de sus obras a los peques.

Y así empezamos a ver niños dibujando, cantando, presentando sus títeres, respondiendo adivinanzas, jugando con juegos hechos en casa, dejándonos mensajes de cariño y buenos deseos, disfrazados, participando de las más variadas actividades, filmando y dejándose filmar, pero, sobre todo, riendo…

La escuela que nos espera ya no va a ser la misma. No hay vuelta atrás –afortunadamente-para las propuestas tradicionales de las viejas instituciones educativas. Eso tenemos que entenderlo ya, como docentes, y saber hacérselo entender a los padres de nuestros estudiantes. Porque la escuela es el territorio de todos y todos merecemos comprenderla.

Los niños de hoy no son los de hace unos años atrás, tampoco los maestros pueden serlo, tampoco las políticas públicas, ni las normativas; tampoco los edificios, menos aún las propuestas áulicas e institucionales.

Maestros: rompamos filas, des-uniformemos, de construyamos lo instituido con otras propuestas, hagamos del futuro el presente.

Familias: las cosas cambiaron, ustedes aprendieron de una manera y ahora sus hijos lo hacen de otra, no pretendan que se repita lo poco útil hasta el fin de los tiempos.

Chicos: cuestiónennos, cuestiónense, hagan preguntan, digan “no me gusta”, sorpréndannos, desafíennos a que hagamos del hoy lo que teníamospensado para algún futuro…

Bibliografía consultada

Gardner, Howard (2008). Las cinco mentes del futuro (Edición ampliada

y revisada). Barcelona: Paidós Ibérica. Ley de Educación Nacional N° 26.206/06

Carolina Laura Marelli

Carolina Laura Marelli

Prof. de Nivel Primario.
Maestra Rural y Directora de escuelas Rurales. Directora en ámbitos urbanos en escuelas de 2° Categoría en las ciudades de San Carlos Centro y Santa Fe. Actualmente, Directora de la Escuela Primaria de Primera Categoría N° 140 de la Ciudad de Santo Tomé.
Postítulo de “Especialización Superior para Maestros Tutores de la EGB Rural”
Participación en carácter de expositora en diversos congresos interprovinciales de Literatura y en el Seminario para aspirantes a Cargos Directivos Nivel Inicial, Primario y Modalidad Especial: Conducción de las Instituciones Educativas. Perspectivas y supuestos de estos tiempos.
Cursado y aprobado diversos cursos de posgrado internacionales en el marco de la Maestría en Políticas Públicas para la Educación del MEC y UNL.

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